El amor entre adolescentes es un amor inolvidable y entrañable, porque está poblado de imágenes que los libros y el cine nos dieron. Quisimos vivirlas en carne y hueso, ser ese amor que trasciende el tiempo y espacio. Juramos amar para toda la vida o inclusive amar hasta la muerte y si era necesaria traer la imagen de la muerte cerca para poder palparla en nuestras fantasías y ser capaces de… en nuestra fantasía, morir al lado de nuestro amor. Como Romeo, toma el veneno y besa por última vez los labios de su Julieta. No es un amor puro, no es un amor moral, es un amor ansiado, un amor que agota y duele, un amor idealizado, pero un amor poético… condenablemente poético. Alejo siempre me habla de amor. A veces parece que se cansó de amar, o de no amar como debería ser amado. Alejo es ansioso por amar y lo hace con la profundidad innegable de la literatura, del arte. Se conflictúa, a su manera, puesto que, en nuestro mundo, en nuestros tiempos, amar como lo hace la ficción, es amar en otro tiempo espacio, en el del sueño, la fantasía y el anhelado dolor. Juan Prada