La obra se basa en textos poéticos del escritor desaparecido Roberto Santoro, especialmente sus poemas de la infancia. En un espacio incierto y opresor, siete personajes son obligados a jugar o a cantar melodías infantiles. Sin embargo, se atreven a trastocar las reglas para dar lugar a la palabra de Santoro, introduciendo denuncias que quiebran la inocencia infantil. A través de una atmósfera poética, los personajes portan la voz del escritor para salir del encierro y mantener viva su memoria.
Actúan:
Leandro Agustín González
Sandra Mabel Arraiz
Claudia Marcela Díaz
Héctor Oscar Guerrero
Rocío Ibarlucía
Guadalupe Sobrón Tauber
Jorge Alejandro Vega
Dramaturgia:
José Luis Britos
Asistencia de dirección:
Federico Martín Tarquini
Diseño sonoro y operación de sonido:
Federico Martín Tarquini
Iluminación:
Vanesa Gumiero
Vestuario y escenografía:
Sandra Arraiz
Diseño Gráfico y vídeo:
Marina Martín
Diseño y realización audiovisual:
Raúl Gazaba
Las necesidades espaciales del espectáculo son mínimas ya que la escenografía se construye con los mismos objetos que portan los actores. Puede adaptarse a cualquier espacialidad disponible, sin necesidad de que se realice en una sala teatral, es adaptable a espacios no convencionales (siempre que pueda generarse un clima de intimidad y contención).
Medidas mínimas del espacio escénico: Alto: 4 metros; ancho: 7 metros; profundidad: 6 metros.
Medidas máximas del espacio escénico: Alto: 6 metros; ancho: 12 metros; profundidad: 8 metros.
Las necesidades espaciales del espectáculo son mínimas ya que la escenografía se construye con los mismos objetos que portan los actores. Puede adaptarse a cualquier espacialidad disponible, sin necesidad de que se realice en una sala teatral, es adaptable a espacios no convencionales (siempre que pueda generarse un clima de intimidad y contención).
Medidas mínimas del espacio escénico: Alto: 4 metros; ancho: 7 metros; profundidad: 6 metros.
Medidas máximas del espacio escénico: Alto: 6 metros; ancho: 12 metros; profundidad: 8 metros.