Delnombre se corre de las estridencias de la separación de una pareja y muestra en una cotidianidad lindante al hiperrealismo, la última hora en que una pareja está junta. En esa espera de una hora, se destejen los últimos diálogos, que lejos del choque y el dramatismo de cualquier separación caen en la tristeza y la ambigüedad de los restos de los sentimientos. La hora transcurre, hay un exterior amenazante, un poco de alcohol, discos rotos, insectos de verano, y un trasfondo que abisma.