Telch y Albretch, dos carniceros agobiados por la rutina de sus vidas, están en lucha por la defensa de la carnicería barrial, contra los supermercados. En el tiempo libre, cuando bajan la cortina de la carnicería, ensayan y se entusiasman con la “gloria” que podría darles una trascendencia musical. Una gran mancha de sangre en el piso de la carnicería, que no sale, une a Telch y Albretch como un dúo inseparable. Don Hugo, único cliente de la carnicería, reconocerá en la mancha señales.