“La siesta del carnero” surgió con el objetivo de crear una pieza escénica unipersonal de autoría original para salas de teatro que pudiera abarcar un público de amplio espectro. Sol Gorosterrazú, a cargo de la idea, dramaturgia, dirección, coreografía e interpretación, se basó en obras de improvisación con las cuales intervino diversos espacios no convencionales, englobadas en lo que ella llama “La Saga Rota”. Fueron procesos en los que encarnó parte de la identidad de su lenguaje estético-poético. Pasó de la propuesta efímera y circunstancial a un proceso creativo que atendió a la investigación de las posibilidades del lenguaje coreográfico conjugándose con los lenguajes estéticos propios del teatro, acercándose así a un abordaje performático de las posibilidades escénicas. “Performático en tanto que en la creación escénica se encuentran integrados diferentes lenguajes estéticos que sostienen esta obra de danza contemporánea apelando a un vestuario escultórico y escenográfico que presta su versatilidad a la interpretación transformándose en vestuario, máscaras e intervención del espacio escénico aportando a lo escenográfico desde una perspectiva propia de las artes visuales más que desde el concepto de escenografía teatral”, analiza Sol.
La música se creó para que la trama narrativa generara atmósferas con un rol decisivo en el planteo del tiempo en el espacio, habilitando una experiencia auditiva que estimule los sentidos y propicie un estado sensorial particular que habilite la recepción de las y los espectadores a entregarse a distintos niveles de abstracción. “Fue un proceso de diálogo profundo y extenso con el músico hasta llegar a la identidad de cada escena. La iluminación fue un detallado proceso de investigación ya que se inserta en la construcción del espacio-tiempo de la ficción y está construida en simultáneo con la dramaturgia coreográfica. Comenzó con artefactos que tenía en mi casa y con dispositivos simples que luego fueron confeccionados específicamente con el técnico. Lo mismo ocurrió con el proceso del vestuario ya que trabajé con telas y cortinas que tenía en mi casa para luego pasar a la confección con el diseñador”, detalla la artista. “El proceso creativo integral estuvo signado por el objetivo de crear la pieza desde una visión cinematográfica de la escena y de producir singulares imágenes a través de procedimientos que llamo ‘analógicos’ para generar experiencias liminales en la subjetividad de quienes observan mediante narrativas mutantes que conjugan lo animal, lo monstruoso y lo humano en atmósferas surreales donde lo bello, lo siniestro, lo simbólico y el misterio se entrelazan. Mi cuerpo como intérprete baila con estos recursos técnicos devenidos en signos ya que están integrados a la narración coreográfica. Es decir que la iluminación, el vestuario escultórico, el sonido y el diseño espacial se integran como parteners en mi rol de intérprete mediante la dramaturgia coreográfica”.
Lo simbólico, lo femenino y el misterio desarrollan esta ceremonia arcana de “La siesta del carnero” cuya belleza invita a un espacio y tiempo de extrañeza. De carácter surrealista, esta obra habita en la tensión entre la oscuridad y la luz, entre lo bello y lo ominoso. “Durante la fiesta provincial, además de presenciar las obras de los grupos participantes, pudimos intercambiar mediante diálogos un espacio de desmontaje de las piezas y diversos temas que rondan a las producciones, lo cual amplía el análisis y pensamiento del proceso creativo y del sistema en los que circundan y se insertan las piezas. Como grupo vivimos con gratitud el representar a Mendoza en la Fiesta Nacional del Teatro con esta pieza escénica para la cual trabajamos profundamente ya que es una construcción artesanal que sostenemos en cada detalle, día a día, etapa a etapa, desde la preproducción, estreno y post producción de manera independiente y autogestiva”, asegura Sol. “Fue una experiencia importante el hecho teatral de comunión con las y los espectadores que estuvieron presentes porque son quienes lo hacen posible. Fue una experiencia a sala llena con personas que no pudieron ingresar por estar todas las butacas ocupadas, lo cual ha emocionado mi sistema y agradezco profundamente a los espectadores que culminan, desde la subjetividad de cada unx, con la pieza. Es grato tal reconocimiento a nuestra fuerza laboral, económica y simbólica como trabajadorxs estéticos de las artes escénicas oriundos de la provincia de Mendoza y en específico, a nuestras localidades de Luján de Cuyo y San Martín”.
El equipo de la obra está integrado también por Santiago Borremans en asistencia de dirección creativa y dramatúrgica; Juan Ignacio Olibano en música original; Matías Figueroa en diseño y realización de vestuario (junto a Sol); Jorge Federico en técnica de iluminación, realización de luminaria y escenografía (con Carlos Croci) y en diseño lumínico (trabajo realizado junto a Gorosterrazú y Borremans); Zoicer en registro audiovisual y fotográfico; Gabriel Marchetta en diseño gráfico y Dario Exequiel en la realización del trailer, junto con la directora. “Tuvimos la posibilidad de ser parte de la Fiesta Nacional del Teatro 2019 en Misiones por lo que vivenciamos lo que significa ser parte de este evento y lo recuerdo como días de gran belleza. Espero para la 37 FNT la comunión teatral diaria donde podamos intercambiar los lenguajes estéticos, las temáticas, las formas de producción, las problemáticas y el diálogo mediante los cantos que nos distinguen como regiones y que nos unen como vasto país. Espero una fiesta que sea reflejo del valor a las producciones escénicas y sus públicos, una fiesta que brinde herramientas y sea contenedor del sector, una fiesta que sea garra de fuerza para que sea parte de un tejido social que movilice la creatividad de estructuras dentro del actual panorama nacional… Que sea una fiesta en comunión de obraje. Que los sueños sean diurnos y las noches un misterio. Que sea obra. Que obre la fantasía”, cierra Sol.
“La siesta del carnero” se presentó este sábado 1° de julio en la Nave UNCuyo (Sala Roja) de Mendoza, el 10 de agosto estará en Buenos Aires en el Centro Cultural Borges (Premio Situar Danza) y se encuentran en gestión diversas fechas a nivel nacional e internacional para lo que resta del año.