El 2 de abril de 1982, se produjo el desembarco de tropas argentinas en las Islas Malvinas. Mientras el pueblo argentino alentaba en Plaza de Mayo, miles de soldados (la mayoría de ellos entre 18 y 21 años) se preparaban para luchar. Allí conocerían el frío, el hambre, el dolor y el abandono. Bajo ese disparador, Daniel Sasovsky escribió esta pieza, basándose en testimonios de excombatientes, pero con personajes, situaciones, diálogos y conflictos ficticios. “Fue una guerra infame, despiadada, caprichosa, llena de dolor. La dramaturgia, donde me formé y sigo haciéndolo, es la raíz donde se apoya el resto. Hablo de las palabras que serán dichas por un actor, dirigidas por un director, llegarán a un público que mira, escucha y potencia otros sentidos sin darnos cuenta. Aquí parecía que las herramientas y técnicas estarían en un lugar donde no sería el mejor para construir. Escribí por esas imágenes grabadas en nosotros, las feas, las lindas, las fantásticas. Me acuerdo que cuando tenía 9 años, nos llevaron a todos los colegios de mi pueblo a la plaza central con banderitas celestes y blancas, agitando. Yo poco entendía, un profesor se paró con el micrófono y habló de soldados que habían desembarcado en las Islas Malvinas y movíamos las banderitas gritando ‘las islas son nuestras’. Con los días ya se hablaba de una guerra, después de que íbamos ganando, había banderas por todos lados, y la prensa mostraba soldados con fusiles y granadas, sonrientes… de a poco aquel patriotismo se fue desmoronando. Se vio a los soldados regresar de una guerra perdida. No había banderas recibiéndolos, parecía encontrarme en otro país. Esas imágenes fueron el principio para empezar a escribir”, recuerda Daniel.
“Humo de guerra” fue publicada en 2020 por la editorial del Instituto Nacional del Teatro como parte de “La guerra de Malvinas en el teatro argentino” la compilación realizada por Ricardo Dubatti. Semanas atrás recibió el primer puesto en la región NEA en el concurso nacional Malvinas Memoria que permite el sostenimiento en cartel de obras ya estrenadas.
“La dramaturgia permite contar una parte de un todo, una mirada, un lado que a veces no queremos ver, porque aparece el espejo malvado donde el público suele reflejarse. Cuando los hechos o sucesos son verídicos, donde se habla de una guerra, los protagonistas conviven en nuestra sociedad. En mis entrevistas con excombatientes no podían contar, parecía una especie de nudo que sabemos que existe. El no poder contar es una dificultad, pero la tarea sería encarnarme ahí mismo. En esas bombas, en el despojo, el dolor, los gritos”, enumera Daniel. “Malvinas es un tema difícil. No hay tantas obras teatrales escritas. Entiendo que somos un país donde la historia no parece enseñarnos, o lo hace muy poco, de los errores”.
El elenco está integrado por Ana María Zaderej, Lucas Céspedes, Emanuel Salinas y Marta Rodríguez, con Carolina Ivanoff como asistente de dirección, Mario Ibáñez en sonido, iluminación e imágenes, y el libro, puesta en escena y dirección a cargo de Daniel Sasovsky.
“La memoria es cultivar, enseñar, para que los argentinos no perdamos nuestra capacidad de ver, comprender la historia. Construir una memoria colectiva para que no vuelva una guerra. Nuestra democracia es la que tiene las herramientas más certeras para mantener nuestra soberanía”, asegura el director de la obra que acaba de presentarse como invitada en la 36º Fiesta Nacional del Teatro, realizando funciones en las localidades de Sáenz Peña y La Tigra.