Una cancha de fútbol. Un silbato indica el inicio de una carrera. Manuelita empieza a trotar. La obra es el relato de un adolescente que lucha con sus propios pensamientos e ideas, desarmando esquemas ajenos y escupiendo intenciones intrusas. Es un relato humano sobre la amistad, el amor y la “hombría”. El espectador podrá contemplar los sueños de un chico que se descubre homosexual, la humedad de los vestuarios, la cancha de fútbol y los recuerdos dolorosos de la infancia de un pibe que debido a su contexto debe esconder su diferencia, pero también se encontrará con toda la fiesta de la juventud y su ternura. “Nosotres estamos muy felices y agradecides por la oportunidad que fue formar parte de la fiesta. Nos nutrió integralmente, ya que compartir espacios con gente del circuito teatral siempre es enriquecedor”, nos dice Alejo Sulleiro tras conocer la resolución del jurado conformado en esta oportunidad por Mónica Berman, Natacha Delgado y Cristian Drut.

“Manuelita” nació desde una pulsión actoral, porque como intérprete, Alejo necesitaba un espacio donde saciar este deseo carnal e intelectual. Quería escribir una obra plagada de su universo pueblerino, barrial e íntimo. Y poner su propio cuerpo en escena. “Tenía las imágenes a flor de piel y estaba listo. Pero como dice la frase: ‘el que mucho abarca, poco aprieta’, mis energías empezaron a dispersarse. Ya podía visualizar las complicaciones venideras, con el tomar la decisión de actuar, dirigir y escribir. Entonces junto a la compañía La Emperifollada invitamos a Tiago para que interpretara a Manuelita junto a Tomás que interpretaría a Fede”, recuerda Sulleiro.

La obra está protagonizada por Tiago Mousseaud y Tomás Corradi Bracco, y cuenta con la asistencia de dirección de Lola Roig Vibart, el vestuario de Marina Vibart, el diseño de escenografía de Luisa Roig Vibart, el diseño audiovisual de Matías Hlace y Luisa Roig Vibart, y la producción de Stefy Sleiman e Ignacio Henríquez. “Dimos comienzo a un proceso de ensayos en la casa de Tomi y con Lola empezamos a investigar los cuerpos de estos adolescentes. La intimidad de estos, la intimidad con el público, la intimidad al revelar sus secretos y sus confusiones. Queríamos lograr que la obra fuera contaminada de un frío sureño, un intento de olor a vestuario de cancha de fútbol. Queríamos que estuviera repleta del universo que rodea a la contruccion del varon heterosexual patriarcal. El fútbol que se cuela en el organismo de nuestra sociedad implantando ideas machistas y destructivas. Como el lenguaje condiciona los cuerpos y el movimiento social más pequeño puede interferir en la construcción de identidad de un adolescente”, detalla Alejo. “Gracias al trabajo audiovisual de Luisa y Matias se logró que las tres líneas narrativas del texto se mostrarán equilibradamente en la puesta: las voces de Manuelita, la de Fede y la de Alejo. Luisa logró un diseño escenográfico que es un reflejo preciso de la ruptura temporal de las escenas. Una fragilidad delicada, que delimita un espacio subjetivo. Una cancha opresora, pero imaginaria, dentro de la mente de Manuelita. Y con el arduo trabajo de producción de Stefy e Ignacio se llevaron a cabo tres temporadas de funciones exitosas en diferentes espacios de CABA y el conurbano”.

Tras un mes de funciones en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el jurado seleccionó las tres obras porteñas que viajarán al encuentro nacional de este año, entre ellas la obra de Alejo, quien está trabajando en una adaptación de la obra para colegios y de la cual se está planificando una posible gira. “Intercambiar ideas y saberes es un premio que nos llevamos todes en el equipo. Trabajar junto al equipo técnico de El Conti fue una experiencia única, ya que el espacio está conformado por un muy eficiente grupo de personas, acompañado con la comodidad de una sala preparada para puestas exigentes en contenido tecnológico. Hacer teatro en espacios como este, cargado de una historia movilizante y cruenta, es significativo en nuestro hacer artístico. Ser una parte más en este impulso de resignificar espacios con bagaje trágico también es poderoso en nuestro deseo escénico”, asegura Sulleiro.

Finalmente, respecto a las expectativas que tienen como grupo con su participación en la próxima Fiesta Nacional del Teatro, nos dice: “Viajar gracias al teatro, y para el teatro, creo que es la mejor manera de hacerlo. El moverse de un lugar estallado, caótico e inquieto como CABA, a otro sitio, es un cambio de paradigma pequeño, pero significativo. Estamos tan acostumbrados al circuito teatral porteño que no percibimos los procesos creativos ajenos a los nuestros. ¿Cómo debe ser la manera de crear en una ciudad con más parques que estacionamientos, o una ciudad que da a una sierra? Yo soy de Allen, Rio Negro. Una ciudad en el centro del Alto Valle. La manera de respirar y de observar las cosas son de otra calidad allí. Y se que hay otra forma de hacer teatro, como hay otras formas de mirar el correr el agua del río. Ir a un evento donde todes podemos ofrecer nuestra manera de vivir el teatro, y recibir la manera de les demás suena hasta poético. Una manera exageradamente romántica de ver el teatro federal, pero que es la que me enseñaron. No pensar el circuito como un mercado y pensarlo como un conversatorio, un lugar donde las ideas se pueden estirar entre muchas manos”.