Destacamos su rol como interlocutor fundamental entre el Ministerio de Cultura de la Nación y el cuerpo colegiado para la protección del sector teatral durante la pandemia, así como su apoyo en la reactivación de la actividad, la incorporación de nuevos sectores, el compromiso con los territorios en favor de la federalidad, la ampliación de los públicos y el trabajo transversal dentro del organismo.
Gracias a su capacidad de organización, hemos logrado consolidar un nuevo modelo institucional, a 26 años de la creación de la Ley Nacional del Teatro. Su paso por el Instituto Nacional del Teatro refleja una forma de gestión que valora la escucha de diversas voces para la mejor toma de decisiones y el cuidado de los vínculos humanos en cada espacio de trabajo.
Celebramos que este Instituto pueda dar cuenta que es posible la tarea colectiva y federal.
Agradecemos a Gustavo Uano por su incansable tarea y sabemos que el camino nos reunirá en proyectos para seguir construyendo el Teatro Argentino.