Dos amigas van al monte de picnic. Una de ellas se envenena con una fruta silvestre y se pone mala. De noche, perdidas en el monte, la una de la otra, tendrĂĄn encuentros cercanos del tercer tipo. Este relato se ubica en las sierras cordobesas, donde se sospecha que hay avistamiento de ovnis. AllĂ, dos amigas se pierden monte adentro. De noche. Se pierden en la naturaleza. Se pierden la una de la otra. Se pierden de âsĂ mismasâ. âTodo por una frutita insignificanteâ. Una de ellas come una âfruta silvestreâ y se pega una purga, un viaje alucinĂłgeno. La otra tiene un romance interestelar. En esta fĂĄbula, contada como un cuento fantĂĄstico, el perderse serĂĄ terrorĂfico, pero el encontrarse maravilloso.