Desde Tierra del Fuego llegó “Nina y Pesadón”, una propuesta escrita dirigida y protagonizada por Gerardo Merlo Roa junto a la actriz Micaela Pérez Méndez, y la asistencia y sonido a cargo de Guillermo Merlo Roa. “Comenzamos a trabajar esta obra que escribí hace algunos años y la fuimos adaptando y sumándole elementos de acuerdo a lo que cada integrante traía consigo: circo, música, comedia del arte, entre otras disciplinas. En el resultado final se pueden ver canciones, show de Hula Hoop, rompimiento de la cuarta pared, clown, mimo… Queremos que el espectador sea un espectador activo creando un feedback constante. Empezamos a tener ensayos en forma regular para luego finalmente dar funciones de forma independiente y sumarnos también a ciclos teatrales como en su momento lo hicimos con Teatrales”, explica Gerardo.
Respecto a su paso por el Transbordador Escénico, nos dicen: “Lo vivimos con mucha alegría y entusiasmo por tener la oportunidad de llevar y compartir nuestro arte de Ushuaia a la Gran Ciudad. Quedamos encantadxs con el espacio y muy agradecidxs con el personal, la técnica y la gestión. Hubo más de 200 niñxs. Una energía maravillosa. Las risas, los gritos, los abrazos terminada la función, hasta inclusive hubo autógrafos. Se sintió la atención y la disponibilidad al juego por parte de todxs, tanto adultxs como de pequeñxs, en cada función”.
Por otro lado, la provincia de Santiago del Estero también pasó por el #TAF con “Willaqkuna (las que cuentan)”, una propuesta colectiva de Natalia Solís López, Patricia Ailán, Adela Rojas, Mariana Sayago, Nuna Sayago, María Rosa Regazzoni y María Victoria Abuslaimán. “La obra es aún un proceso, porque sigue cambiando a pesar de que comenzó a mediados de 2019. Siempre recordamos la forma en que empezamos, diametralmente distinta a lo que es ahora: vivimos una gran evolución en lo dramatúrgico, el vestuario, la utilería. Todo era distinto y mucho menos elaborado. Incluso los personajes eran otros, pero siempre tuvimos claro qué queríamos: contar nuestras leyendas y costumbres, para que no se pierdan, para que se vuelva a hablar y discutir sobre ellas y estén vigentes, vivas y latentes en las memorias, sobre todo, de la gente más joven que asiste a nuestras funciones. También nos comprometimos a darle una necesaria nueva mirada al rol que cumplían las mujeres en esas costumbres referidas. Y con cada presentación, vemos algo para mejorar, evaluamos, registramos y modificamos lo necesario, porque no lo pensamos como un producto terminado, no creemos que ninguna obra de teatro lo sea. Amamos lo que hacemos: amamos la forma que logramos darle, nos sentimos cómodas en nuestros personajes, las cuales tienen mucho de nosotras mismas, y por eso, sentimos que transmitimos exactamente lo que queremos transmitir, de una forma nueva e interesante para el público”, asegura el equipo que acaba de presentarse en el 22° Encuentro Nacional de Profesores de Teatro realizado en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero.
“Tecnópolis fue un viaje inesperado y lo sentimos como un premio a todo nuestro esfuerzo y trabajo de todo el año. Agradecemos infinitamente todo lo que pasó en ese viaje, cómo nos recibieron, cómo nos atendieron: el trabajo de todxs quienes estuvieron involucrados para facilitarnos el viaje y la presentación. Agradecemos especialmente a Vanina Fábrica todo lo que nos facilitó y nos comunicó amablemente. Todo fue fluido y lo sentimos amoroso. La atención de la gente del INT en el lugar fue amabilísima y preocupada por todas nuestras instancias. En el mismo sentido expresamos nuestra admiración por este parque del saber, enorme y bello que es Tecnópolis”, expresa el grupo que por estos días participa del 4° Encuentro Nacional de Teatro Popular en Luján, provincia de Buenos Aires, y que en noviembre hará lo propio en Jujuy, convocadas por estudiantes de la UNJU.
“El público fue extraordinariamente receptivo: terminamos las funciones con aplausos y preguntas y fotos y demás expresiones de que el convivio y la sinergia se habían cumplido. Les llamó mucho la atención y apreciaron nuestra tonada (ya característica y acentuada a los fines dramáticos) y nuestras alocuciones en quichua, nuestra lengua originaria”, concluyen.